Energías renovables

Se denomina energía renovable a la energía que se obtiene de fuentes naturales virtualmente inagotables, unas por la inmensa cantidad de energía que contienen, y otras porque son capaces de regenerarse por medios naturales.




Las fuentes renovables de energía pueden dividirse en dos categorías: no contaminantes o limpias y contaminantes. Entre las primeras:

La llegada de masas de agua dulce a masas de agua salada: energía azul.
El viento: energía eólica.
El calor de la Tierra: energía geotérmica.
Los ríos y corrientes de agua dulce: energía hidráulica.
Los mares y océanos: energía mareomotriz.
El Sol: energía solar.
Las olas: energía undimotriz.

No renovables
Los combustibles fósiles son recursos no renovables: no podemos reponer lo que gastamos. En algún momento, se acabarán, y tal vez sea necesario disponer de millones de años de evolución similar para contar nuevamente con ellos. Son aquellas cuyas reservas son limitadas y se agotan con el uso. Las principales son la energía nuclear y los combustibles fósiles (el petróleo, el gas natural y el carbón).
Renovables o verdes
Energía verde es un término que describe la energía generada a partir de fuentes de energía primaria respetuosas con el medio ambiente. Las energías verdes son energías renovables que no contaminan, es decir, cuyo modo de obtención o uso no emite subproductos que puedan incidir negativamente en el medio ambiente.

Actualmente, están cobrando mayor importancia a causa del agravamiento del efecto invernadero y el consecuente calentamiento global, acompañado por una mayor toma de conciencia a nivel internacional con respecto a dicho problema. Asimismo, economías nacionales que no poseen o agotaron sus fuentes de energía tradicionales (como el petróleo o el gas) y necesitan adquirir esos recursos de otras economías, buscan evitar dicha dependencia energética, así como el negativo en su balanza comercial que esa adquisición representa

Fracaso Escolar y Social



Por fracaso escolar se entiende normalmente el hecho de no lograr el título académico mínimo obligatorio de un sistema educativo. En el caso español, se habla de fracaso escolar para referirse a quienes no obtienen el título final de la Educación Secundaria Obligatoria, que se obtiene tras cursar con éxito 10 cursos de educación obligatoria.

La expresión "fracaso escolar" ha sido cuestionada, debido al estigma que implica, pues parece señalar que quienes no alcanzan un título educativo se están convirtiendo en personas fracasadas.









Las causas del fracaso escolar las podemos agrupar en tres tipos: las que tienen que ver con el propio estudiante, con el sistema educativo o con factores socioeconómicos ajenos al sistema educativo.

Entre los motivos relacionados con los estudiantes contamos con los que puedan ser sus necesidades especiales, que les dificultuan seguir ciertas materias, y los que tienen que ver con su motivación.

En cuanto a los factores relacionados con el profesor, están su capacidad para atender a la diversidad o los métodos didácticos que emplean.

En cuanto a los centros, cabe destacar la importancia del clima escolar, así como la autonomía para gestionarse. Los rasgos del sistema educativo, como financiación, educación más o menos comprensiva, carrera docente, horarios, etc. también se consideran características relevantes para explicar el fracaso escolar.

En el tema del fracaso social, estamos fallando mucho.

Primero, los padres y el tipo de educación que están fomentando. Parece que no son conscientes de su responsabilidad. También existe un fallo a nivel educativo, cristalizado en el fracaso y ausentismo escolar. Y por supuesto, debemos tener en cuenta que estamos en una sociedad más violenta que antes y en la que los medios de comunicación están lanzando mensajes de que todo vale.

Socialmente tenemos ciertos complejos que no nos permiten poner límites a nuestros menores. Les hemos hablado de todos sus derechos, pero no de deberes, y la verdad es que hay que saber poner límites a nivel familiar, escolar y social. Vivimos bajo la ley del péndulo, hemos pasado de un extremo al otro.



El botellón

Botellón es un término que describe la costumbre extendida en España desde finales del siglo XX, sobre todo entre los jóvenes, de consumir bebidas alcohólicas, normalmente no acompañadas de comida pero sí de refrescos, tabaco y/u otras drogas, en grupos numerosos en la vía pública. El fenómeno ha sido estudiado por los sociologos, que lo definen como:
"reunión masiva de jóvenes de entre 16 y 24 años fundamentalmente, en espacios abiertos de libre acceso, para consumir la bebida que han adquirido previamente en comercios, escuchar música, y hablar".
Esta actividad se realiza, entre otros, en lugares públicos como parques o zonas abiertas de la vía pública. En algunas ciudades, donde el botellón se ha centralizado en algún punto en concreto, se llegan a reunir miles de personas cada fin de semana, pasando estos lugares a ser comúnmente llamados botellódromos por los medios de comunicación.
Su masificación dio lugar a cientos de críticas hacia el fenómeno del botellón por parte de las autoridades y, principalmente de los padres y madres de los implicados más jóvenes y los vecinos, por el ruido producido hasta altas horas de la madrugada y la suciedad generada. Así mismo, la pérdida de control inducida por la intoxicación etílica y el contexto masivo llevaban asociados con frecuencia actos de vandalismo, rotura de mobiliario urbano y peleas, además de frecuentes restos de micciones en la vía pública. Por otra parte, este acto contribuye a adelantar la edad de inicio de consumo de alcohol y de las primeras borracheras entre los jóvenes.

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